Si tienes mascota en casa seguramente evitarás tener alfombra, pero en el caso de que no sea así, debes aspirar la alfombra cada semana y además pulverizar algún producto de venta en veterinarios para evitar que se tumben encima.
La elección del material y los colores de nuestra alfombra también puede ser fundamental . De hecho, las fibras de acrílico y polipropileno son mucho más fáciles de limpiar, ya que tienden a no absorber y a empujar las partículas de suciedad a la superficie. El algodón, la lana y la seda hacen exactamente lo contrario. Además, si tenemos la previsión de elegir una alfombra con un color muy variado, cualquier mancha indeleble se ocultará más fácilmente que en una que sea de un color más claro.